jueves, 16 de julio de 2009

Fuera Micheletti y los militares. Alto a la represión en Honduras

A 13 días del Golpe de Estado en Honduras y la destitución por la fuerza de las armas del gobierno legitimo democráticamente elegido, es altamente preocupante la ausencia de avances hacia la restitución de orden constitucional en ese país hermano, así como los elevados niveles de represión, persecución y violación de Derechos Humanos que están viviendo sus habitantes.

Reconocemos la ejemplar entereza del pueblo hondureño que ha demostrado una inquebrantable decisión de defender sus derechos, que continúa resistiendo el Golpe de Estado, y que en condiciones de altísimo riesgo y represión han realizado movilizaciones históricas, como la que el domingo 5 de julio congregó a 500.000 personas en el aeropuerto Tocontín de Tegucigalpa. Particularmente reconocemos el destacado papel de las mujeres y feministas hondureñas por su admirable participación en este movimiento de resistencia.
La comunidad internacional ha manifestado un rechazo unánime sin precedentes al Golpe de Estado y al gobierno de facto del señor Micheletti, y entre otras medidas tomadas, Honduras ha sido expulsada de la Organización de Estados Americanos y se han suspendido las ayudas financieras de importantes colaboradores y donantes dirigidas al estado hondureño.

Así mismo es necesario destacar la solidaridad entre los pueblos de toda América Latina y el mundo que están denunciando el golpe y exigiendo la restitución del orden constitucional y el respeto de los Derechos Humanos de las hondureñas y los hondureños.

Este golpe de estado supone una vuelta a una de las épocas más tristes y oscuras de América Latina en la que las dictaduras, la represión, los asesinatos y las desapariciones estaban a la orden del día. Desde que fuera derrocado el presidente de Chile Salvador Allende en 1973 y se instaurara la dictadura militar pinochetista, no se vivía en el continente un estado de sitio, ni el despliegue represivo que se está aplicando en Honduras.

Los días 9 y 10 de julio delegaciones representantes del gobierno constitucional y de los golpistas han iniciado un proceso de conversaciones en Costa Rica con la mediación del presidente Oscar Arias Sánchez. La representación del gobierno constitucional ha estado acompañada por una delegación de compañeras y compañeros del Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe. Esta iniciativa no ha obtenido ningún resultado satisfactorio y en el proceso se han dado circunstancias que cuestionan el carácter y la intención real de la propuesta de mediación. En este sentido denunciamos:

1- El incumplimiento de la premisa principal para el inicio de las conversaciones, es decir el compromiso con la restitución de la institucionalidad en Honduras y la reinstalación del presidente constitucional Manuel Zelaya. El presidente Arias manifestó este compromiso en reiteradas ocasiones a la comisión del gobierno constitucional y lo abandonó unilateralmente tras su reunión con el señor Micheletti.

2- La parcialidad de la mediación del presidente Arias y la atención preferencial ofrecida tanto por Arias como por miembros de su gabinete a la comisión de Micheletti. El día de hoy además de los 4 representantes designados por el señor Micheletti otro grupo de personas pertenecientes a esta delegación se encontraban en casa del señor Arias y eran atendidos por miembros del gobierno tico, mientras que solo se permitió el ingreso de las 4 personas oficialmente designadas por Zelaya. Se impidió el acceso del resto de la delegación del gobierno constitucional, que tuvo que esperar en la calle, sin autorizárseles siquiera a estar dentro de la zona acordonada donde había organizada protección y seguridad, aún cuando en las inmediaciones de lugar estaba presente un grupo de seguidores del golpe en actitud amenazante. Así mismo, tanto el presidente como otros integrantes del gobierno costarricense han compartido con la comisión golpista en espacios informales fuera de los espacios acordados para la conversación.

3- La propuesta de establecer un diálogo “entre las partes”, peor aún una negociación, ya que intenta legitimar a los ojos de la comunidad internacional el poder de facto establecida por medio del Golpe de Estado. Intenta así mismo darle al golpista Micheletti un respiro frente a la resistencia interna que levantan las y los hondureños y las presiones externas que ejercen la solidaridad de los pueblos, las sanciones y condenas de gobiernos e instancias supranacionales. Un Golpe de Estado no es negociable.

4- La resistencia del pueblo hondureño y la solidaridad mundial están impidiendo que los golpistas se asienten. Micheletti y la cúpula militar de Honduras aún tienen el apoyo de los sectores más reaccionarios de Estados Unidos, lo que tienen una trayectoria histórica en estas prácticas golpistas y dictatoriales. Por ello, la mediación estaba condenada al fracaso, tal como ocurrió. Todo intento de Arias de hacerlo parecer como una triunfo, o de forzar a apretones de manos donde no caben, no son más que intentos de salvar la imagen de la iniciativa y del mediador.

5- Ni un Golpe de Estado se negocia ni puede postergarse la garantía de los Derechos Humanos de las personas que están viviendo altísimos niveles de represión en Honduras. Denunciamos la carencia de iniciativas concretas de parte de Arias frente a esta situación. En estos trece días transcurridos desde el Golpe de Estado, además del asesinato de al menos 1 persona, la desaparición de decenas, 1000 detenciones y 500 arrestos, se denuncia el secuestro y reclutamiento de niños por parte del ejército, el irrespeto del toque del queda, y la detención y la persecución generalizada.

6- La despreocupación total por la integridad y seguridad de las y los hondureños demostrada por Arias y sus asesores alcanzó a la propia delegación del Presidente Zelaya. Las compañeras y los compañeros del Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe fueron desprotegidos en los alrededores de la casa del mediador, y como toda medida de seguridad para su regreso les fue ofrecido el discurso de la Ministra de Comunicación que les deseó “que tengan buen regreso”.

Nos solidarizamos con el pueblo de Honduras, en particular con las mujeres y las feministas de este hermano país, que resisten este Golpe de Estado en forma admirable y ejemplar para todo nuestro continente.

Exigimos el regreso del orden constitucional en Honduras, la reposición del gobierno constitucional, el levantamiento del estado de sitio, el cese inmediato de la represión y la garantía de todos los derechos constitucionales y los Derechos Humanos en ese país.

Exigimos la disolución del ejército hondureño y la depuración de todos los poderes en la República hermana.

Solicitamos a la comunidad internacional fortalecer las sanciones contra el gobierno dictatorial usurpador.

Solicitamos al Alto Comisionado de Derechos Humanos el envío de una Delegación a Honduras que garantice un espacio real donde la población pueda denunciar y encontrar protección ya que el Defensor de los Derechos Humanos y los jerarcas del Poder Judicial están avalando el Golpe de Estado.

Llamamos a las y los costarricenses a sumarse al repudio mundial contra el Golpe de Estado en Honduras y a mostrar su solidaridad participando en los espacios, las actividades e iniciativas que en nuestro país se están organizando.

San José, 10 de julio 2009

Feministas contra el golpe de Estado en Honduras-Costa Rica

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